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Queremos reafirmar nuestro convencimiento de la necesidad de llevar a cabo unos puntos consensuados de actuación que ya hemos planteado en los meses precedentes:

Reforma de la Ley Electoral y Democracia participativa Control de la banca y los mercados financieros Transparencia de la clase política y eliminación de sus privilegios Reforma laboral y derecho a un trabajo digno

Nos encontramos en un marco en el que los grandes poderes políticos y económicos están generando una situación de tensión y miedo en la ciudadanía, con el fin de obtener grandes beneficios. Actuaciones como el Pacto del Euro o la Reforma de la Constitución proponen una limitación del déficit público, aunque realmente lo que buscan es un recorte de los servicios públicos con la consecuente introducción del gran negocio privado en las áreas que quedan descubiertas. Ven al Estado como un competidor más a eliminar. Esto nos lleva a una degradación intolerable del Estado de Bienestar, al que no estamos dispuestos a renunciar.

Queremos recordar que medidas como los rescates bancarios, orientados eminentemente al sector privado, han generado el 60% del déficit público, mientras las pymes y los ciudadanos nos vemos ahogados por unas hipotecas abusivas y la imposibilidad de obtener vías de financiación. Entendemos que los verdaderos náufragos de esta situación somos las personas y no las grandes corporaciones financieras. La banca privada posee la mitad de las viviendas vacías, viviendas que son un derecho y no un privilegio ni un activo financiero más.

El trabajo, otro derecho fundamental para el desarrollo de la persona, se ha convertido en otro privilegio. Tenemos un panorama desolador con 5 millones de desempleados y un 44% de desempleo de una juventud sobradamente preparada. Alrededor de 1,5 millones de hogares tiene a todos sus miembros en paro y más de medio millón no tienen ingreso alguno. Las reformas laborales no han venido sino a facilitar el despido, recortar los derechos del trabajador y precarizar las condiciones laborales, todo ello buscando el beneficio de los poderes económicos.

¡No somos marionetas en manos de políticos y banqueros! Nos sobran los motivos para salir a la calle a manifestar nuestra indignación.