La desbandá o la Masacre de la carretera Málaga-Almería fue un genocidio cometido por las tropas franquistas con la ayuda de los fascistas italianos en febrero de 1937. Bombardearon desde el aire y por mar a una multitud de más de 150.000 refugiados que huían de Málaga hacia Almería por carretera causando entre 5.000 y 10.000 muertos.[1]
Los aviones ametrallaban a la multitud de refugiados a baja altura conforme huían, cuya única escapatoria era esconderse entre los cañaverales. Los cruceros franquistas Canarias y Baleares bombardeaban los montes junto a la carretera que se desplomaban sobre la gente.
Igualmente, la represión sobre aquellos que habían permanecido en la ciudad de Málaga fue la más brutal desde la Masacre de Badajoz, en agosto de 1936. El historiador Hugh Thomas calcula en unos 8.000 el número de fusilados y enterrados en fosas comunes como las del cementerio de San Rafael, de los que ya se ha obtenido el nombre de 6.100.
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